Diversión y participación. ¿Son realmente educativas?

Nuevamente en nuestras clases, el profesor nos ha explicado que hay dos maneras de acceder a la información: de manera divertida y participativa.

Cuando algo nos resulta atractivo estamos implicados al máximo en esa tarea, y eso es lo que pretendemos al acceder de manera divertida a la información. Cuando vemos una información que nos atrae, cautiva también a nuestra atención. Podemos ver este ejemplo en algunos programas meteorológicos de determinados países, en que las meteorólogas presentan sin ropa. Ésta es una manera de llamar la atención con la que aprendemos más fácilmente. Para educar a los niños, esta forma de acceder divertidamente puede resultar muy productiva, porque captando su atención podemos emplear métodos para que puedan asimilar información y así, aprender. Acceder de manera participativa a la información está a la orden del día. Lo vemos, por ejemplo, en los programas de televisión o de radio en lo que podemos llamar para ofrecer nuestra pequeña aportación o dar nuestra opinión. En la educación podemos aplicar este punto haciendo que los niños puedan hacer sus contribuciones en clase.

Fig. 1: Niños participando y divirtiéndose en clase
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Pero, ¿son realmente educativas estas formas de acceder a la información? Bajo mi punto de vista, en una clase con alumnos estos dos métodos pueden ser muy útiles siempre y cuando siga el objetivo de alcanzar cierto nivel de aprendizaje. Por un lado, podemos hacer que mediante la diversión y la participación los niños estén atentos y puedan colaborar en clase interactuando con el profesor y así crear un aprendizaje más dinámico; pero por otro lado no podemos permitir que en una clase en la que utilicemos la diversión y la participación se convierta en  un patio, ya que esto no sería productivo y haría que los niños se acostumbrasen a una dinámica que no les ayudaría en su vida adulta. Debemos encontrar el punto justo de diversión en una clase, y no traspasar el límite de lo educativo y llegar a lo lúdico.

Por lo tanto, si unimos estas dos formas de acceder a la información, podríamos crear una nueva escuela tal y como hizo Freinet en su época, haciendo que los niños salieran de las escuelas para interactuar con el medio sin caer en el error de convertirla en una actividad de simple recreo.


Fuente:
Gross, M. (2009).  Las 8 teorias mas importantes sobre la motivación.  Quilpué, Chile http://manuelgross.bligoo.com/las-8-teorias-mas-importantes-sobre-la-motivacion-actualizado [consultada el 10 de noviembre de 2011]