Aprender en la red: ¿La educación del futuro a distancia?

En esta publicación trataré de plasmar mi opinión respecto al último tema presentado en clase de Didáctica y Currículum, “Aprender en la red”.

En este tema, hemos visto como las nuevas tecnologías van llegando al mundo de la educación y estarán, en breve, ejerciendo una gran presión haciendo que tanto los profesores como los alumnos puedan llegar a estar más comunicados mediante, por ejemplo, el correo electrónico, tener un mejor acceso a la información y que los recursos pedagógicos estén más al alcance de los profesores a través de internet.

Fig. 1: Ejemplo de educación a distancia
http://jelitza21ilove.blogspot.com/2011/05/internet-educativo.html

Pero todo esto me ha hecho plantearme una gran cuestión: Si las TIC siguen a este ritmo, ¿la escuela del futuro será a distancia?. En mi opinión, yo espero, y deseo, que aunque se instauren todas estas nuevas mejoras tecnológicas los alumnos tengan que seguir yendo a clase, debido a que no es lo mismo aprender a través de una pantalla que ir a clase y estar acompañado de tus compañeros y de tu profesor para resolverte las dudas que te surjan. La socialización es un principio educativo del saber pedagógico  que debe persistir en la escuela, ya que un grupo, en este caso una clase, cuando está cohesionado puede llegar a ser muy potente.

Por lo tanto, y ésta es mi conclusión, en clase un grupo puede llegar a tener un nivel de aprendizaje mucho más alto que un solo alumno en su casa por su cuenta y separado de sus compañeros. Pero esto no significa que las mejoras tecnológicas no sean buenas para la educación, ya que sería un error pensar que la introducción, por ejemplo, de los portátiles en clase fuese nociva. Esta introducción, permite que los alumnos y los docentes dispongan de unos materiales educativos más actualizados al día y mucho más asequibles que toda la cantidad de libros que se usaban anteriormente.

Fuentes:
Delacôte, G. (1997).  Enseñar y aprender con nuevos métodos. Barcelona: Editorial Gedisa, S.A.
Durkheim, E. (2002). La educación moral. Madrid: Ediciones Morata, S.L. pp. 25-27.

¿Cuestión de hemisferios?

En clase de didáctica, se ha tocado el tema de aprender con todo el cerebro. Este apartado me ha hecho despertar la curiosidad respecto a qué hemisferio se estimula en clase a la hora de aprender.

¿Usan el hemisferio derecho, o solamente se dedican a estimular el izquierdo? Para comprender mejor este tema, a continuación os explico qué funciones tiene cada hemisferio:

-    El hemisferio izquierdo tiene el centro del habla, de la audición, de la memoria verbal, la presa de decisiones, el procesamiento del  lenguaje y la expresión, y también es el encargado de controlar el lado derecho del cuerpo.

-    El hemisferio derecho contiene las funciones de recibir la información espacio-temporal, los sonidos no lingüísticos (música), las sensaciones táctiles y las emociones negativas, es el encargado de controlar el lado izquierdo.

En definitiva, el hemisferio izquierdo se encarga de lo técnico, y el hemisferio derecho de la parte creativa.

Fig. 1: Simbolización de ambos hemisferios

http://www.personarte.com/hemisferios.htm

  

Dicho esto, nos encontramos con que la escuela de antes se fundamentaba en la estimulación del hemisferio izquierdo, ya que le daban una mayor importancia a la acumulación de conceptos con los libros de texto. Aunque actualmente nos encontramos que con la introducción de las TIC en la educación, se está fomentando cada vez más el uso del hemisferio derecho, es decir, se está potenciando la creatividad. Con esta creatividad, los docentes pueden llegar a hacer que los alumnos entiendan mejor las lecciones mediante estimulaciones a través de recursos visuales y creativos, con los que retendrán mejor lo aprendido que con otros métodos.

En conclusión, anteriormente la educación se basaba en la estimulación del hemisferio izquierdo y, actualmente, del hemisferio derecho, estimulando así la creatividad para potenciar el aprendizaje a partir de los dos hemisferios.

Fuente:
Mendoza,J; Rivera I. (2006)  Hemisferios cerebrales y el procesamiento de la información. México.   http://www.personarte.com/hemisferios.htm [consultada el 20 de noviembre de 2011]

Arquetipos de profesor ¿Cuestión de vocación?

Una vez más, en clase se nos ha explicado y enseñado los diferentes tipos de profesores que nos podemos encontrar y los diferentes términos que existen para referirnos a él dependiendo del lugar y la función que tengan. No obstante, haremos más especial hincapié en la primera parte.

Como hemos podido observar, existen todos estos tipos de profesores: didáctico, afectivo, cordial, entusiasta, físico, dominante, organizado, estricto, pasota, sabelotodo, abstracto, libresco, cotorrero, conductista y de jerga pedante.

Todos estos prototipos los podemos clasificar de dos maneras: de forma positiva o negativa. Así pues, la clasificación quedaría así:

Positivo:

• El didáctico: explica con claridad, se le entiende bien.
•  El afectivo: se preocupa por los problemas de los demás, es cercano, comprensivo.
•  El cordial: alegre.
•  El entusiasta: sabe motivar, interesar.
•  El dominante/estricto: ejerce su autoridad.
•  El físico: típico de un profesor de educación física.

Negativo:

• El pasota.
• El sabelotodo: cree que los niños no saben nada.
• El abstracto: piensa que sus teorías se pueden aplicar a todo.
• El libresco: solo confía en los libros.
• El cotorrero: atiborra la mente con fechas, anécdotas...
• El conductista-autoritario: cree que debe castigar a los alumnos y dominarlos.
• El de jerga pedante: hablan con un código enigmático que sólo entienden ellos.

Fig. 1: Ejemplo de profesor
http://www.terceracultura.net/tc/?p=3047

Durante toda mi vida estudiantil, he podido comprobar cómo todos estos tipos de profesores evidentemente existen. Obviamente, me decanto más por los profesores que están clasificados como positivos, ya que he podido ver cómo los docentes con esas características dan una educación mucho mejor que los de la otra clasificación. Sin embargo, muchos de nosotros cuando acabemos la carrera nos querremos dedicar a la docencia y, por eso, deberemos tener en cuenta tales aspectos a la hora de educar en un futuro y pensar  ¿cómo queremos enseñarles?, es decir, debemos plantearnos si pretendemos que nuestros alumnos se sientan a gusto en clase y aprendan de forma más fluida o si por el contrario nos encargamos únicamente de llenar las cabezas de nuestros alumnos con información. Un buen profesor es aquel que tiene unas características  similares a las del primer grupo y consigue hacer entender la materia a sus alumnos. En un futuro, los que sienten vocación serán aquellos docentes que están encasillados en el primer grupo y los alumnos los consideren como los mejores. Al contrario, los que no sientan vocación, serán aquellos en los que en un futuro sus alumnos los cataloguen como sabelotodo, librescos o pasotas. Aunque todo esto no es del todo cierto, ya que la vocación no es el único factor que influye en la manera de educar. Un profesor puede tener vocación pero encontrarse en el segundo grupo, ya que aunque la tenga puede ser irresponsable o poco profesional. Y lo mismo pasa en el caso contrario, puede que un profesor sin vocación se encuentre en el primero porque este docente con su responsabilidad, esfuerzo y profesionalidad puede hacer que sus clases sean igual de interesantes.

En definitiva, si somos unos profesores didácticos o entusiastas, podemos hacer que nuestros alumnos se interesen en ir a nuestras clases y capten nuestros contenidos mucho más fácilmente que los de un profesor que sea “cotorrero” o sabelotodo.

Diversión y participación. ¿Son realmente educativas?

Nuevamente en nuestras clases, el profesor nos ha explicado que hay dos maneras de acceder a la información: de manera divertida y participativa.

Cuando algo nos resulta atractivo estamos implicados al máximo en esa tarea, y eso es lo que pretendemos al acceder de manera divertida a la información. Cuando vemos una información que nos atrae, cautiva también a nuestra atención. Podemos ver este ejemplo en algunos programas meteorológicos de determinados países, en que las meteorólogas presentan sin ropa. Ésta es una manera de llamar la atención con la que aprendemos más fácilmente. Para educar a los niños, esta forma de acceder divertidamente puede resultar muy productiva, porque captando su atención podemos emplear métodos para que puedan asimilar información y así, aprender. Acceder de manera participativa a la información está a la orden del día. Lo vemos, por ejemplo, en los programas de televisión o de radio en lo que podemos llamar para ofrecer nuestra pequeña aportación o dar nuestra opinión. En la educación podemos aplicar este punto haciendo que los niños puedan hacer sus contribuciones en clase.

Fig. 1: Niños participando y divirtiéndose en clase
http://blogamigode3b.blogspot.com/

Pero, ¿son realmente educativas estas formas de acceder a la información? Bajo mi punto de vista, en una clase con alumnos estos dos métodos pueden ser muy útiles siempre y cuando siga el objetivo de alcanzar cierto nivel de aprendizaje. Por un lado, podemos hacer que mediante la diversión y la participación los niños estén atentos y puedan colaborar en clase interactuando con el profesor y así crear un aprendizaje más dinámico; pero por otro lado no podemos permitir que en una clase en la que utilicemos la diversión y la participación se convierta en  un patio, ya que esto no sería productivo y haría que los niños se acostumbrasen a una dinámica que no les ayudaría en su vida adulta. Debemos encontrar el punto justo de diversión en una clase, y no traspasar el límite de lo educativo y llegar a lo lúdico.

Por lo tanto, si unimos estas dos formas de acceder a la información, podríamos crear una nueva escuela tal y como hizo Freinet en su época, haciendo que los niños salieran de las escuelas para interactuar con el medio sin caer en el error de convertirla en una actividad de simple recreo.


Fuente:
Gross, M. (2009).  Las 8 teorias mas importantes sobre la motivación.  Quilpué, Chile http://manuelgross.bligoo.com/las-8-teorias-mas-importantes-sobre-la-motivacion-actualizado [consultada el 10 de noviembre de 2011]

¿Nos hace ser más superficiales el exceso de información?

                                     

Según voy viendo en las clases de didáctica, me doy cuenta de lo rápido que crece la información. ¿Tan rápido crece que cuando se publica hay una nueva información que nos lo refuta? ¿La respuesta? Un absoluto sí.

Un exceso de información nos puede llevar a un estado de información cero. Un estado en el que leemos pero no sabemos lo que hemos leído. Leemos y leemos, mientras hacemos otras tareas. Con Internet las hacemos, pero ¿realizamos únicamente nuestras tareas en el ordenador en ese momento? La mayoría de veces suele ser que no, ya que el que hace sus deberes no está sólo por esa labor, sino que además está conectado a las redes sociales, mirando vídeos o escuchando música por el reproductor del ordenador. Hasta el mismo Nicholas Carr reconoce que es imposible hacer únicamente una cosa en el ordenador. Él nos cuenta que en estos tiempos Internet nos está ayudando a ser superficiales, ya que no leemos los escritos profundamente sino superficialmente a causa de que estamos haciendo otras cosas al mismo tiempo.

Fig. 1: Exceso de números
http://reunioneseficaces.blogspot.com/2010/06/exceso-de-informacion-en-reuniones.html

¿Hasta qué punto tiene razón Carr? Es verdad que en el ordenador realizamos muchas cosas a la vez, pero  ¿realmente leemos superficialmente? Mi opinión es que no. No leo superficialmente, ya que si me pongo a leer algo es porque realmente quiero leerlo y mientras lo lea, puedo estar conectado a alguna red social o mirando cualquier página en la web, ya que lo hago con interés. Pero como mi opinión no es única, es cierto que sí habrá personas que lean superficialmente y, entonces, la teoría de Carr es cierta. Así pues, queda abierta la puerta a nuevas opiniones que estén a favor o en contra de Carr.

Fuente:

Armada,Alfonso (2011). Internet hace que disfrutemos de ser superficiales. En abc.es el martes 1 de marzo del 2011. http://www.abc.es/20110301/medios-redes/abci-nicholas-carr-201102281759.html   [ visitado el 15/10/2011]

Profesores, padres, alumnos o inmigración. ¿Cuál es la causa del bajo nivel escolar de España?

Hemos comentado cómo es posible que el problema sea debido a que haya profesores ejerciendo un puesto por el cual no sienten alguna vocación, padres que no inculcan unos valores a sus hijos, alumnos que no atienden en clase o inmigración masiva que llenan las aulas y hacen descender el nivel educativo.

Asimismo,  estos son los 4 factores de los que más se ha hablado en clase, y basándome en mi experiencia puedo decir que he visto como profesores ejerciendo cuando no tienen vocación alguna y dan las clases a fin de cumplimentar las horas estipuladas en su contrato, como si de un mero trabajo se tratase. No les importa que los alumnos vuelvan a casa habiendo entendido el temario, simplemente son profesores porque tal vez en su día solo se preocuparon de hacer una carrera fácil y sin sentirla. 

Fig. 1: Fracaso escolar
http://educacionysolidaridad.blogspot.com/2010/10/fracaso-y-abandono-escolar-en-espana.html

Otro factor que puede ser la causa del bajo rendimiento escolar son los propios padres. Los padres deben inculcar a sus hijos unos buenos valores, y no unos valores que los perjudiquen a la hora del estudio. Otro punto también, es que los padres deberían animar más a sus hijos a estudiar y no mandarlos a trabajar cuando acaban la enseñanza obligatoria.

El siguiente posible causante, son los alumnos, ya que éstos en ocasiones son los que no quieren aprender y, por consiguiente, molestan en clase. Tal vez este punto esté relacionado con el anterior, ya que unos valores mal inculcados por los padres pueden hacer que a los hijos no les interese aprender.

Y, para finalizar, el último punto es la inmigración. Tal vez sea un problema más importante de lo que creemos, ya que con un sólido programa de adaptación y un buen profesor los niños inmigrantes pueden aprender igual que los niños autóctonos. Pero si juntamos a un profesor sin vocación con un grupo de niños extranjeros que no dominan bien el idioma, es más que posible que el nivel de clase baje considerablemente y afecte a los otros compañeros.